Mamás... que les puedo decir que no les hayan dicho ya en este dia... Que Dios las bendiga, que las lleve siempre de Su mano para que puedan ser a la par el Camino que conduzca a sus hijos hacia el Amor del Señor.
Ser mamá es labor de tiempo completo porque nuestros hijos siempre están en nuestro corazón, en nuestras oraciones. Tiene un inicio, pero nunca tendrá un final. Podremos equivocarnos, es cierto, pues somos humanas, pero lo importante es nunca perder de vista que somos el medio que Dios escogió para crear vida, una vida que se construye a cada momento, que necesita nutrirse con paciencia, cariño y profundo respeto.
No importa la edad de nuestros hijos, siempre serán nuestros pequeños, nuestros tesoros. Sepamos estar a su lado en cada momento, según la etapa que están viviendo, haciéndoles sentir que siempre, siempre serán ese tesoro invaluable que Dios nos otorgó.
Y para aquellas que tienen la fortuna de contar con su madre todavía, ámenla sin medida, ámenla hasta que duela, cuídenla con esmero pues su vida (y la nuestra) es tan frágil que no tenemos la certeza de contar con ella salvo en el presente.... Sin ellas, nosotros, ni nuestros hijos, hubiéramos podido gozar de la existencia.
Mil bendiciones con todo mi cariño, hoy y siempre.
Ser mamá es labor de tiempo completo porque nuestros hijos siempre están en nuestro corazón, en nuestras oraciones. Tiene un inicio, pero nunca tendrá un final. Podremos equivocarnos, es cierto, pues somos humanas, pero lo importante es nunca perder de vista que somos el medio que Dios escogió para crear vida, una vida que se construye a cada momento, que necesita nutrirse con paciencia, cariño y profundo respeto.
No importa la edad de nuestros hijos, siempre serán nuestros pequeños, nuestros tesoros. Sepamos estar a su lado en cada momento, según la etapa que están viviendo, haciéndoles sentir que siempre, siempre serán ese tesoro invaluable que Dios nos otorgó.
Y para aquellas que tienen la fortuna de contar con su madre todavía, ámenla sin medida, ámenla hasta que duela, cuídenla con esmero pues su vida (y la nuestra) es tan frágil que no tenemos la certeza de contar con ella salvo en el presente.... Sin ellas, nosotros, ni nuestros hijos, hubiéramos podido gozar de la existencia.
Mil bendiciones con todo mi cariño, hoy y siempre.