octubre 09, 2009

Fama, el musical

Comparto mi experiencia de esta noche.

Dentro del marco del Festival del Palomar de la ciudad de Chihuahua (antes Festival Internacional de la Ciudad de Chihuahua) se presentó el día de hoy: Fama, el musical.

Un accidente que nadie imaginó pudiera pasar, dejó sin concluir este esfuerzo de talento chihuahuense.

Un momento de desconcierto, de susto al no saber que pasaba, fué seguido de una rápida movilización para quitar las estructuras escenográficas del piso y analizar daños. Tras breves minutos de espera se identifcan a dos personas con lesiones no graves que son de inmediato sacadas del teatro.

Luego sigue el aviso por parte del Director, de que la obra se suspende y no concluye. El público inicia una fuerte ovación, poniéndose todos de pie, esperando se pudiera continuar y tratando de animar a la compañia para que siguiera adelante. El director consulta tras bambalinas y sale nuevamente a informar al público que ahí termina todo.

Fama.... los actores, los músicos, el equipo de producción y el público, mereciamos que, más allá del cuidado político, se hubiera cerrado, simple y sencillamente con la melodía final.

Por qué? Pues porque después del susto y que, gracias a Dios no pasó a mayores, se necesitaba un cierre para todos los asistentes, principalmente para la compañía que puso todo su esfuerzo en esta única presentación.

Un cierre con música y canto habría dejado una sensación de triunfo en esos corazones que se entregaron desinteresadamente por amor al arte en nuestro terruño chihuahuense.

El público volvió a aplaudir y se entregó en una fuerte ovación, pero el cierre quedó sin darse y cuando esto ocurre se deja una sensación de vácío y frustración que no se merecían los jóvenes actores, bailarines, músicos, directores y productores.

Así es que, por lo menos va de mi parte una nueva ovación para ellos.

Animo, fué tan solo un bache en el camino!!

Indiscutiblemente, política y arte no van de la mano.

septiembre 25, 2009

Reflexión Personal

Dia a dia llegan a mi correo mensajes en donde se nos hace ver que el país está sumido en la negrura, que los funcionarios son unos corruptos, que no podemos confiar en la policía, que los grandes empresarios solo buscan ver la forma en que ellos saquen mas dinero a costa nuestra. Y esto y muchas cosas más que todos sabemos y que no tiene caso enumerar.

Tambien llegan correos con invitaciones a quejarnos, a que reenviemos dichas quejas, etc. pero sin indicaciones de acciones relevantes, concretas y que reúnan en un objetivo común a quienes queremos lograr algo bueno.

La reflexión que yo me hago es la siguiente: si la casa en la que vivo, está de la fregada, no tengo más que dos sopas:

  • o me pongo a trabajar de lleno para hacer las composturas que se requieren (lo que yo pueda hacer, pues yo misma lo hago y lo que no, pues busco gente capacitada para que me ayude con las reparaciones). Pero hago algo, no solo platico que lo tengo que hacer.
  • o me cruzo de brazos, lamentándome de la situación en la que me encuentro, lloriquéandole a todo el mundo lo mál que está mi situación, y claro haciendo pensar a los demás que mi vivienda apesta, dejando con todo esto que las cosas sigan exactamente igual.

    Pero la cosa esta mas crítica aún: y yo, ahi en donde vivo... que hago para propiciar el cambio? Me cruzo de brazos, me quejo y critico? Espero que otros lo hagan por mi?... es lo mas seguro, lo más cómodo.

    Y no quiero decir con esto que tomemos las armas, que iniciemos una rebelión. Simplemente que ahí en donde estemos se viva de manera congruente con el espíritu de todo aquel que cree en los valores humanos, en la dignidad humana. Seamos propositivos en nuestro trabajo, en nuestra casa, con nuestros amigos, familia y compañeros.

    Pongamos un poco de luz en donde reine la obscuridad, no importa lo pequeña que resulte la iluminación, estaremos haciendo algo.

agosto 24, 2009

Como hojas que caen del árbol


Los dias han pasado como hojas que caen del árbol y ya van nueve meses desde la última vez que escribí en mi blog.

Falta de interés, falta de tiempo, exceso de trabajo, deseos de aprovechar al máximo los minutos que se tienen para estar con los que se ama.... tal vez todo se conjugó para llevar a este olvido no planeado a mis blogs queridos.

Son parte de mi vida, de mis experiencias, que, aunque dejadas ver a cuenta gotas, han sido compartidas con gusto, por ello me es difícil deshacerme de estas páginas.
Y realmente no quiero hacerlo. Solo deseo encontrar la forma en la que pueda dejar algo de lo mucho que he logrado cosechar para transmitirlo a quien se de una vuelta por estos lugares.

Cuantas veces he dicho lo mismo.... varias....mejor no las cuento. Quiero pensar que esta ocasión es la definitiva para rescatar las notas que hace tiempo empecé a escribir.

Veremos si lo logro.