septiembre 25, 2009

Reflexión Personal

Dia a dia llegan a mi correo mensajes en donde se nos hace ver que el país está sumido en la negrura, que los funcionarios son unos corruptos, que no podemos confiar en la policía, que los grandes empresarios solo buscan ver la forma en que ellos saquen mas dinero a costa nuestra. Y esto y muchas cosas más que todos sabemos y que no tiene caso enumerar.

Tambien llegan correos con invitaciones a quejarnos, a que reenviemos dichas quejas, etc. pero sin indicaciones de acciones relevantes, concretas y que reúnan en un objetivo común a quienes queremos lograr algo bueno.

La reflexión que yo me hago es la siguiente: si la casa en la que vivo, está de la fregada, no tengo más que dos sopas:

  • o me pongo a trabajar de lleno para hacer las composturas que se requieren (lo que yo pueda hacer, pues yo misma lo hago y lo que no, pues busco gente capacitada para que me ayude con las reparaciones). Pero hago algo, no solo platico que lo tengo que hacer.
  • o me cruzo de brazos, lamentándome de la situación en la que me encuentro, lloriquéandole a todo el mundo lo mál que está mi situación, y claro haciendo pensar a los demás que mi vivienda apesta, dejando con todo esto que las cosas sigan exactamente igual.

    Pero la cosa esta mas crítica aún: y yo, ahi en donde vivo... que hago para propiciar el cambio? Me cruzo de brazos, me quejo y critico? Espero que otros lo hagan por mi?... es lo mas seguro, lo más cómodo.

    Y no quiero decir con esto que tomemos las armas, que iniciemos una rebelión. Simplemente que ahí en donde estemos se viva de manera congruente con el espíritu de todo aquel que cree en los valores humanos, en la dignidad humana. Seamos propositivos en nuestro trabajo, en nuestra casa, con nuestros amigos, familia y compañeros.

    Pongamos un poco de luz en donde reine la obscuridad, no importa lo pequeña que resulte la iluminación, estaremos haciendo algo.

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